Antiguamente los puestos estaban regentados por artesanos de todo tipo, carpinteros y pintores. En la actualidad los vendedores ambulantes ofrecen, sobre todo, antigüedades y objetos de segunda mano antiguos y modernos: libros, cacharros, fotos antiguas, cuadros, esculturas, muebles, ropa, mantones de Manila, escudos, orfebrería, herraduras, porcelanas, vinilos o teléfonos móviles.