Cementerio Municipal de CasabermejaConstituye una pequeña ciudad de los muertos, conformada por un conjunto de originales panteones, túmulos y pináculos.
En el día de los difuntos, las mujeres de la localidad van al cementerio, blanquean las tumbas, nichos, etc., colocan flores y velan a sus difuntos.
Destaca por el color blanco de sus nichos y tumbas, dándole un aspecto de tranquilidad y paz.
Contexto históricoLa cripta de la iglesia fue el primer cementerio de Casabermeja y en 1786 se hallaba saturada, por lo que el obispo D. Manuel Ferrer y Figueredo aportó 400 reales para contribuir a la construcción de un nuevo cementerio.
Se eligió el cerrillo de San Sebastián, donde se hallaba la ermita del mismo nombre, pues era un paraje bien ventilado, alejado del pueblo y situado en el extremo opuesto al camino Málaga- Antequera. Las primeras tumbas eran muy sencillas: simples túmulos encalados que se dispusieron en derredor de la ermita. En sus primeros momentos era considerado un cementerio para pobres, pues los pudientes continuaron inhumándose en la iglesia hasta que una taxativa orden lo prohibió y desde 1805 todos los enterramientos se hicieron en el nuevo cementerio.
Fundado a principios del siglo XIX, después de que un decreto de Carlos III a finales del siglo XVIII prohibiese realizar enterramientos en los núcleos urbanos, el cementerio de Casabermeja comenzó a ser una realidad ya en los siglos XVII y XVIII cuando alrededor de la ermita de San Sebastián se enterraban a los pobres de solemnidad, explicó el arqueólogo.
Con el decreto real, los cadáveres dejaron poco a poco de ser sepultados en el subsuelo de la iglesia del pueblo, donde había un osario general para todos los vecinos, y comenzaron a enterrarse en el mismo recinto donde se daba sepultura a los pobres de solemnidad, pero dentro de pequeñas bóvedas de media caña. Situado entonces a las afueras del pueblo, el camposanto adquirió una fisionomía particular al permitir la coexistencia de los enterramientos de los pobres de solemnidad, que se realizaban en el suelo cubriéndose con un túmulo de tierra y piedras, y los de los católicos con más poder adquisitivo, cuyos ataúdes se introducían en pequeñas bóvedas de media caña, que hacían las veces de panteones, ya que si fallecía otro familiar los restos del cuerpo anterior pasaban a un osario excavado en el suelo de la bóveda y se daba la nueva sepultura.
Jardines
El cementerio está compuesto por gran cantidad de especies vegetales, tales como pinos, setos, arbustos, palmeras, etc., además del colorido de las flores usadas para decorar los nichos. Se juega con el color verde y blanco, destacando el verde entre el blanco de los nichos.
Leyendas y curiosidadesPor la forma arquitectónica de los nichos en el que el frontal se puede distinguir las siguientes partes: Abajo (Puerta para depositar al difunto), Medio (Lápida y adornos), Arriba (Frontal con adornos arquitectónicos).
Esta forma de los nichos ha hecho que durante mucho tiempo los visitantes hayan pensado que en Casabermeja se entierran a los difuntos en píe.
En el año 2012, el ayuntamiento de Casabermeja, creó un folleto para promocionar los BIC que existen el el municipio, estando integrado el cementerio de San Sebastián, entre otros.
El cementerio es conocido por el uso de nicheras. Consta de un amplio espacio inhumatorio cubierto con bóveda de cañón al que se antepone una fachada integrada por tres elementos superpuestos: la entrada, dotada de reja de forja artesanal; lápida identificativa del difunto; y frontispicio cuyo perfil adopta formas diversas (curvos, triangulares, escalonados…), coronando el conjunto una cruz de forja, cada una diferente.