El Cementerio Inglés Protestante

Entre el “Nuevo” cementerio y el “Virgen de Linarejos”, unas escaleras de piedra llevan hasta una puerta enrejada. Tras ella, un jardín frondoso delimita las calles del camposanto, adornando y resaltando la austeridad de unas tumbas conservadas bajo viento y marea desde 1855.
La mayoría de los enterramientos son en el suelo, destacando por las formas decorativas de las tumbas, cuya simbología es característica de los protestantes, como la cruz celta.

Contexto histórico

Cementerio creado por Thomas Sopwith, propietario de la Mina-fundición “La tortilla” y primer vicecónsul británico de Linares.

El cementerio refleja la presencia inglesa en Andalucía durante la segunda revolución industrial.

Los británicos, llegaron a Linares, cuyos habitantes trabajaban y sobrevivían precariamente, provenientes de grandes potencias europeas cuyos apellidos representaban en muchos casos a familias de rancio abolengo. Su objetivo: hacer negocios extrayendo el plomo de las entrañas de la tierra con una tecnología desconocida por estos lugares, denominada Cornish, cuya principal ventaja consistía en que permitía el aumento de la productividad y que provocó un fenómeno migratorio sin precedentes en la época.

Su influencia económica es obvia, pero los extranjeros trajeron consigo otros aspectos cuya herencia aún permanece en la sociedad, la cultura y la religión. Y todo ello se encuentra simbolizado, conservado para la posteridad, en un rincón a las afueras de la ciudad, desconocido por muchos y amado por los herederos culturales de aquellos británicos que eligieron esta tierra para hacer negocio y también para su descanso eterno. Se trata del cementerio inglés, un camposanto privado, hoy gestionado por los descendientes de aquellos linarenses que profesaron desde el siglo XIX el protestantismo traído por los británicos.

Hasta 1957, con la muerte de Pedro Hasselden y Carlota Remfry, se sucedieron ininterrumpidamente los enterramientos en el cementerio. A partir de esa fecha, se sumió en el olvido.

En la actualidad, las cuatro iglesias evangélicas existentes cuidan el camposanto y guardan la belleza y originalidad de la tierra en la que descansan familias que participaron activamente en la vida de Linares y ayudaron a forjar la ciudad que es hoy. Conservan sus costumbres intactas, como el ritual de enterramiento, tal y como se hacía en el siglo XIX, y no permitirán abrir las fosas más antiguas, donde descansan el sueño eterno anglicanos, de la asamblea de hermanos, luteranos, calvinistas, metodistas o masones, franqueados por católicos.

Jardines

Dispone de un típico jardín inglés, lleno de vegetación y de gran belleza, con abundancia de rosales, geranios, árboles frutales, acacias y frondosos cipreses: Leyendas y curiosidades

Al morir, eran enterrados en el cementerio, en tumbas de poca profundidad, y era común ver huesos asomando por el suelo y cabellos humanos enredados en las plantas del cementerio; nada de lápidas para el recuerdo, nada de un lugar para el eterno descanso de los familiares, al menos en las familias de poco poder adquisitivo, nada de epitafios, etc.

El cementerio dispone de un banco de piedra justo en medio del mismo, cuya finalidad era la de punto de encuentro para el funeral evangélico. En este banco se coloca el féretro, mientras los familiares dan su último adiós al fallecido, estando los cánticos que se realizan dirigidos a los vivos, no a los difuntos.

Contacto

Iglesia Cristiana Evangelista:
Cambroneras, 27   23700, Linares, Jaén.
Teléfono: 953699429