El Cromlech de Stonehenge, considerado como Patriomnio de la Humanidad por la UNESCO, está fechado entre los años 3.100 y 2.380 a.c. (Neolítico), tratándose de un monumento megalítico situado en Inglaterra, compuesto de monolitos de piedra de arenisca.
Se trata de un conjunto de bloques de piedra situados en forma de circunferencia, en cuyo interior, aún existe una gran losa a modo de altar, lo que llevó a los investigadores a pensar que este argupamiento y espacio era dedicado a rituales espirituales.
Está compuesto por piedras de hasta cincuenta toneladas de peso, por lo que se descarta que estas fueran transportadas por el río, sino que por el contrario fueron transportadas por cientos o miles de personas mediante rodillos.
Excavaciones realizadas por investigadores en los alrededores de forma posterior a su descubrimiento, descubrieron la existencia de miles de viviendas cerca del complejo en forma de poblado; el cual no era usado como vivienda habitual, sino solamente algunos días al año.
A pesar de no conocerse la finalidad o función exacta de esta construcción, investigadores aseguran que además de tratarse de un lugar de culto espiritual, está estrechamente relacionado con la observación astronómica, más concretamente con la predicción de las estaciones del año.
En este mismo lugar, se han encontrado una serie de enterramiento (300), significando que no era un lugar de enterramiento para cualquier persona, sino que era únicamente para personas destacadas.